Vincent J. McMahon

Vincent James McMahon, conocido como “Vince, Sr.” por sus asociados,  es, sin duda, el hombre más importante en la historia de la World Wrestling Entertainment. Quizás te preguntes por qué. Bueno, sin él, no existiría la WWE como la conocemos hoy.

McMahon aprendió el oficio de su padre, Jess, que promovía lucha libre y boxeo en el Madison Square Garden. Vince Sr. jugaba en el Garden de niño, creyendo, correctamente, que de alguna forma, ese edificio le pertenecía.

Cuando Vince Sr. tomó el control de Capitol Wrestling Corporation de su padre, la compañía continuó a florecer en el noroeste de los Estados Unidos. No obstante, en 1963, McMahon y su socio, Toots Mondt, se separaron de la Alianza Nacional de Lucha (NWA); Capitol Wrestling fue por cuenta propia y la World Wide Wrestling Federation (que más tarde se convertiría en la WWE) nació oficialmente. En los días de los territorios regionales, la WWE era la más grande, yendo de Maine hasta Washington D.C.

Con el tiempo, la organización ganó tanto respeto que sus antiguos rivales lo volvieron a considerar un codiciado socio de negocios. Mientras tanto, el distinguido titán de los negocios estaba educando a su hijo, Vincent Kennedy McMahon, sobre los detalles finos de la industria.

En un gran ejemplo de cliché “de tal palo, tal astilla,” la WWE cambió, una vez más, de dirección cuando Vince Sr. le vendió la empresa a su hijo en 1982. Vincent K. McMahon llevó la empresa a prominencia nacional, cambiando al entretenimiento deportivo más de lo que cualquiera pudiese imaginar. Desafortunadamente, Vince padre nunca pudo ver los frutos de la labor de su hijo. El 24 de mayo de 1984, mese después de que el fenómeno de la Hulkamania comenzase a ganar vuelo, Vincent James McMahon falleció a la edad de 69 años.

En 1996, Vince Sr. tomó su debido lugar en el Salón de la Fama WWE. Fue inducido por su nieto, Shane McMahon, la cuarta generación de la familia más influyente del entretenimiento deportivo.

Aunque la WWE es ahora una entidad que Vince McMahon Sr. no podría haberse imaginado ni en sus sueños más locos, la compañía todavía se para en los cimientos que él colocó al asumir el negocio familiar de su padre.