Johnny Rodz

Sea que se tratara del encuentro inicial o del evento principal de la noche, Johnny Rodz siempre le daba a los fans lo justo por lo que pagaban. Usando su estilo poco ortodoxo a su favor, “El Impredecible” trataba a cada encuentro como si fuera el más importnate, ganándose la reputación del hombre más trabajador del negocio.

Rodz estuvo casi dos décadas en la WWE, de mediados de los 60s a mediados de los 80s. También trabajó en California durante esa época, donde era llamado “el salvaje árabe” Java Ruuk. Sin embargo, fue en la WWE donde se hizo la fama de enfrentarse a quien fuera que cruzase su camino. Aunque perdía más de lo que ganaba, la habilidades de Rodz y su intrepidez le dieron el respeto de otras Superestrellas y fans.

Después de que su carrera en el ring se vino cuesta abajo a mediados de los 80s, Rodz usó sus conocimientos del oficio para trabajar como entrenador. Usando el afamado gimnasio Gleason’s Gym como base en su ciudad natal de Nueva York, Rodz entrenó a varias futuras Superestrellas de la WWE. Luchadores como Tazz, Tommy Dreamer, Vito y Matt Striker, el entrenador de Tough Enough Bill DeMott y los Dudley Boyz de ECW son algunos de los muchachos que entrenaron con Rodz en las instalaciones localizadas debajo del Puente de Brooklyn.

En 1996, Rodz recibió el máximo honor cunado fue inducido al Salón de la Fama WWE. El discurso estuvo a cargo de otro neoyorquino y colega de salón, “el Chico Dorado” Arnold Skaaland.

Muy respetado dentro del link y quizás aún más laureado afuera de él, Johnny Rodz es, sin duda, el miembro más impredecible del Salón de la Fama WWE.