Chris Jericho

Si hay algo para decir de Chris Jericho, es que sabe cómo hacer la entrada.

En el verano de 1999, la WWE Universe pasó semanas dándole vueltas a la cuenta regresiva del reloj del milenio en Raw. La respuesta llegó el 9 de agosto cuando el reloj llegó a cero y apareció Y2J. Interrumpiendo audazmente a La Roca, este nuevo y confiado competidor se anunció como una Superestrella que no temía dar prueba de ello.

Hijo de la ex estrella de la NHL, Ted Irvine, Jericho nació en Manhasset, N. Y., pero se crió en Winnipeg, Manitoba, Canadá. Fanático de la lucha libre desde temprana edad, entrenó en el famoso Hart Family Dungeon y debutó en el cuadrilátero con tan solo 19 años. Tras su inicio en los fríos arsenales de Canadá, Jericho se presentó por todo el mundo en sitios tales como México y Japón, infundiendo diferentes estilos internacionales a su repertorio sobre la marcha.

Después de lograr mayor protagonismo en la ECW, Jericho llegó a la WCW en 1996, donde ganó varios campeonatos con una creciente legión de leales “Jerichoholics” en su esquina. Frustrado por el politiqueo de vestuario que plagaba la compañía, presintió un futuro mejor en la WWE y derrumbó las paredes en Raw con su emocionante llegada en 1999.

Donde algunas personas se hubieran quebrado bajo el peso de un debut tan promocionado, Jericho se regocijó. Durante la próxima década, The Ayatollah of Rock 'n' Rolla ganó varios campeonatos, incluido el récord de nueve Títulos Intercontinentales y varios Premios Slammy. El 9 de diciembre de 2001 en Vengeance, derrotó a La Roca por el Título de la WCW y a “Stone Cold” Steve Austin por el Campeonato de la WWE, lo que lo llevó a lograr la distinción de primer Campeón Indiscutido de la WWE.

Anfitrión de su bien llamado programa de entrevistas “Highlight Reel”, se fue de la WWE y volvió en varias ocasiones. Durante las diferentes interrupciones, se dedicó a la actuación, salió de gira con su banda de heavy metal Fozzy y escribió varios libros sobre su notable carrera. Pero en poco tiempo, la emoción de la competencia y el deseo de ser campeón hicieron que regresara al cuadrilátero. Eso y hacer una entrada triunfal en el proceso.