Roman Reigns der. "El Demonio" Bray Wyatt y "El Monstruo" Braun Strowman para convertirse en el Campeón Universal

Como Julio César en la Batalla de Zela en el 47 a.C., Roman Reigns vino, vio y conquistó en el evento estelar de WWE Payback.

Roman obtuvo el triunfo para coronarse el nuevo Campeón Universal luego de que “El Demonio” Bray Wyatt y Braun Strowman se hubieran hecho pedazos entre sí.

El combate inició abruptamente, con Strowman emboscando a Wyatt antes de que éste terminase su entrada. La campana sonó y ambos prosiguieron con las hostilidades donde las dejaron hace ocho días en SummerSlam.

Tras intercambiar artillería pesada en el cuadrilátero, pasaron a la parte alta de la rampa, desde donde ambos cayeron luego de que Strowman administrase una masiva Lanza hacia afuera de la plataforma.

Cuando la acción regresó al cuadrilátero, Wyatt ejecutó un superplex tan masivo que ocasionó que la estructura del ring se colapsara.

En ese momento sonó la música de Reigns. El Perro Mayor apareció por la rampa con silla en mano ya acompañado por Paul Heyman. Firmó el contrato en ese instante, legalizando su participación, y corrió hacia el ring en ruinas para intentar cubrir a sus oponentes caídos.

Wyatt no le dejó las cosas fáciles y respondió con un Garfio Mandibular, pero Roman estaba fresco y pudo librase de la maniobra sin sufrir mucho daño. Tras despachar al Demonio, puso su mirada en Strowman, a quien partió a la mitad con una masiva Lanza para recuperar el Título Universal que nunca perdió.

Reigns celebró en el ring con Heyman, dándonos una clara indicación de que éste no es el Roman que los fans aman (y aman odiar), sino alguien con una actitud completamente nueva. ¿Qué sucederá en su reinado? Tendremos la respuesta en SmackDown, este ciernes a las 7/6 C por Fox Sports.