Roman Reigns der. Samoa Joe

NEWARK, N.J. — Las últimas semanas han sido difíciles para Roman Reigns. Un par de derrotas ante el Campeón Universal Brock Lesnar le hicieron salir con las manos vacías de WrestleMania y el Greatest Royal Rumble, pero tras lo sucedido en WWE Backlash, hay una luz al final del túnel para el tres veces Campeón WWE. Reigns derrotó a su rival Samoa Joe en una batalla que fue más sesión de tortura que lucha.

Joe cumplió su promesa de castigar al Perro Mayor. La victoria de Reigns fue gracias a su tolerancia sobrehumana al dolor, cosa que la Máquina Samoana de Sometimientos no consideró.

Joe emboscó a Reigns antes del encuentro y lo hizo probar la madera de la mesa de transmisión en español, le aplicó un Uranage y debilitó en un Coquina Clutch.

Una vez que la campana sonó, Joe siguió atormentando a su oponente. Reigns sólo logró escapar de mata-león gracias a que tocó una de las cuerdas, por lo que el réferi ordenó que el candado se abriese.

Para acabarlo de una buena vez, Joe puso a su rival sobre un esquinero para intentar aplicar el Muscle Buster, pero Reigns reaccionó en el momento preciso y administró una Lanza por la victoria.

Quizás este triunfo no borra el dolor de sus dos derrotas ante Lesnar, pero para Reigns, esta es la mejor manera de reiniciar su camino hacia la cima.